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nuevas tecnologías

Reformulación de la pirámide invertida

Seiscientos millones de navegantes usan la web media hora al día; cinco mil millones de páginas web en la Red (aunque la cifra puede ser cien veces mayor), una rápida división... cada página web publicada hoy en el planeta toca a 3,6 minutos de ojo humano al día. 216 segundos de mirada.
Las formas de presentar las noticias y, en particular, los criterios de estructuración redaccional y puesta en página de los textos informativos muestran un peligroso estancamiento si tenemos en cuenta los datos anteriormente citados. La escritura hipertextual, en cambio, aparece como una nueva representación del hecho noticioso, diferente a la escritura convencional. Se propone incluso cambiar la estructura tradicional de la noticia por otro en que la nota principal se subdivida en múltiples notas, cada una de las cuales tiene sentido si se lee independientemente, pero cuyo desarrollo sigue un orden determinado, que permite una visión amplia de conjunto. El enlace como unidad básica es quizás la característica determinante del periodismo actual y futuro: la satisfacción de la necesidad de mayores explicaciones, la demanda de establecer mejores interrelaciones, de más antecedentes y más proyecciones. Es evidente que la radio y la TV lo pueden hacer, pero no lo han hecho hasta ahora tan bien como pueden hacerlo (y lo hacen) los medios electrónicos. Si hasta ahora lo “periodístico” era lo breve, en este nivel la característica es la inclusión de materiales originales: discursos, documentos y todo lo que pueda requerir una persona interesada a fondo en un tema. Se produce por tanto una reformulación de la pirámide invertida clásica.
Resulta interesante la discusión surgida en torno a la utilidad o la obsolescencia de la pirámide invertida. Ramón Salaverría señala que ésta ofrece las mismas ventajas y desventajas en el papel y en el medio digital, sin embargo, trasladarla como estructura al formato digital supone prescindir del recurso clave como es el hipertexto. Consideramos que no podemos prescindir de la rica experiencia que nos precede en el periodismo tradicional, y que deben integrarse y adecuarse los aspectos positivos y que tienen eficacia en la comunicación. En el caso de la pirámide invertida, podría resultar limitante en el lenguaje hipertexto. Por otro lado, surgen otra serie de problemas, como la falta de atención relacionada con lo comentado en el primer párrafo, se producen así nuevos retos y exigencias no sólo para el emisor sino también para el receptor ya que debe huir de la dispersión y de la sobredosis de información y con la llegada del hipertexto se hace algo más responsable de su información y formación.

Nuevo soporte, nueva incertidumbre

Nuevo soporte, nueva incertidumbre La sociedad actual crece a tal velocidad que cada vez resulta más difícil subir al tren de de las nuevas tecnologías. Un nuevo avance, en este caso el periodismo a través del teléfono móvil, hace que las empresas (de comunicación) corran hacia la máxima actualización de sus medios, y es que, tras el periódico, la radio, la televisión e Internet se suma ahora el teléfono móvil como soporte por el cual se transmite contenido informativo de forma masiva. Con el móvil, el periodismo estrena una nueva especialidad, que ya comienza a dar sus primeros pasos, empieza a dar que hablar, y tan sólo es el comienzo de lo que vendrá. Con el equipo listo y las redes ya aptas para transmitir la cantidad de información necesaria, el desafío ahora es cómo llenar el nuevo medio de contenido. Las empresas ya están volcadas en esa nueva carrera hacia el liderazgo del “soporte móvil”.
Los teléfonos móviles evolucionaron tanto en los últimos tiempos que ahora lo que uno puede llevar en el bolsillo, más que un teléfono, es un auténtico ordenador portátil que puede recibir y enviar una gran cantidad de información de todo tipo: imágenes, sonido, texto. Los últimos modelos (conocidos como “teléfonos inteligentes”) permiten incluso ver televisión, en tiempo real, en la pequeña pantalla del equipo. Y los que se vienen podrán realizar hasta videoconferencia de gran calidad.
Son diversos los rasgos característicos de este nuevo soporte que ahora se adentra en el mundo del periodismo (y de la política). En este aspecto, se trata de una herramienta de precisión informativa, ya que como en la web, la información periodística puede llegar al instante, en tiempo real, las noticias de último momento pueden llegar prácticamente en el mismo momento en el que se produce la noticia ya que este nuevo soporte se encuentra en el bolsillo del 90 % de la sociedad española. Además, cada consumidor lo adapta a sus necesidades, informes “a medida” del usuario. Y se trata también de una herramienta de gran valor desde el punto de vista de las fuentes de información, ubicadas en cualquier punto.
Si el periodismo móvil logra aprovechar las ventajas propias de este medio, estaremos hablando de un nuevo lenguaje periodístico, no es tan fácil porque requiere una adaptación y ahora llega el desafío del periodista, es decir, conocer y usar la nueva herramienta con la mayor eficacia, con saber hacer, en su justa medida.

Nuevo soporte, nueva incertidumbre

Nuevo soporte, nueva incertidumbre La sociedad actual crece a tal velocidad que cada vez resulta más difícil subir al tren de de las nuevas tecnologías. Un nuevo avance, en este caso el periodismo a través del teléfono móvil, hace que las empresas (de comunicación) corran hacia la máxima actualización de sus medios, y es que, tras el periódico, la radio, la televisión e Internet se suma ahora el teléfono móvil como soporte por el cual se transmite contenido informativo de forma masiva. Con el móvil, el periodismo estrena una nueva especialidad, que ya comienza a dar sus primeros pasos, empieza a dar que hablar, y tan sólo es el comienzo de lo que vendrá. Con el equipo listo y las redes ya aptas para transmitir la cantidad de información necesaria, el desafío ahora es cómo llenar el nuevo medio de contenido. Las empresas ya están volcadas en esa nueva carrera hacia el liderazgo del “soporte móvil”.
Los teléfonos móviles evolucionaron tanto en los últimos tiempos que ahora lo que uno puede llevar en el bolsillo, más que un teléfono, es un auténtico ordenador portátil que puede recibir y enviar una gran cantidad de información de todo tipo: imágenes, sonido, texto. Los últimos modelos (conocidos como “teléfonos inteligentes”) permiten incluso ver televisión, en tiempo real, en la pequeña pantalla del equipo. Y los que se vienen podrán realizar hasta videoconferencia de gran calidad.
Son diversos los rasgos característicos de este nuevo soporte que ahora se adentra en el mundo del periodismo (y de la política). En este aspecto, se trata de una herramienta de precisión informativa, ya que como en la web, la información periodística puede llegar al instante, en tiempo real, las noticias de último momento pueden llegar prácticamente en el mismo momento en el que se produce la noticia ya que este nuevo soporte se encuentra en el bolsillo del 90 % de la sociedad española. Además, cada consumidor lo adapta a sus necesidades, informes “a medida” del usuario. Y se trata también de una herramienta de gran valor desde el punto de vista de las fuentes de información, ubicadas en cualquier punto.
Si el periodismo móvil logra aprovechar las ventajas propias de este medio, estaremos hablando de un nuevo lenguaje periodístico, no es tan fácil porque requiere una adaptación y ahora llega el desafío del periodista, es decir, conocer y usar la nueva herramienta con la mayor eficacia, con saber hacer, en su justa medida.

Nuevo soporte, nueva incertidumbre

Nuevo soporte, nueva incertidumbre La sociedad actual crece a tal velocidad que cada vez resulta más difícil subir al tren de de las nuevas tecnologías. Un nuevo avance, en este caso el periodismo a través del teléfono móvil, hace que las empresas (de comunicación) corran hacia la máxima actualización de sus medios, y es que, tras el periódico, la radio, la televisión e Internet se suma ahora el teléfono móvil como soporte por el cual se transmite contenido informativo de forma masiva. Con el móvil, el periodismo estrena una nueva especialidad, que ya comienza a dar sus primeros pasos, empieza a dar que hablar, y tan sólo es el comienzo de lo que vendrá. Con el equipo listo y las redes ya aptas para transmitir la cantidad de información necesaria, el desafío ahora es cómo llenar el nuevo medio de contenido. Las empresas ya están volcadas en esa nueva carrera hacia el liderazgo del “soporte móvil”.
Los teléfonos móviles evolucionaron tanto en los últimos tiempos que ahora lo que uno puede llevar en el bolsillo, más que un teléfono, es un auténtico ordenador portátil que puede recibir y enviar una gran cantidad de información de todo tipo: imágenes, sonido, texto. Los últimos modelos (conocidos como “teléfonos inteligentes”) permiten incluso ver televisión, en tiempo real, en la pequeña pantalla del equipo. Y los que se vienen podrán realizar hasta videoconferencia de gran calidad.
Son diversos los rasgos característicos de este nuevo soporte que ahora se adentra en el mundo del periodismo (y de la política). En este aspecto, se trata de una herramienta de precisión informativa, ya que como en la web, la información periodística puede llegar al instante, en tiempo real, las noticias de último momento pueden llegar prácticamente en el mismo momento en el que se produce la noticia ya que este nuevo soporte se encuentra en el bolsillo del 90 % de la sociedad española. Además, cada consumidor lo adapta a sus necesidades, informes “a medida” del usuario. Y se trata también de una herramienta de gran valor desde el punto de vista de las fuentes de información, ubicadas en cualquier punto.
Si el periodismo móvil logra aprovechar las ventajas propias de este medio, estaremos hablando de un nuevo lenguaje periodístico, no es tan fácil porque requiere una adaptación y ahora llega el desafío del periodista, es decir, conocer y usar la nueva herramienta con la mayor eficacia, con saber hacer, en su justa medida.